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domingo, 19 de mayo de 2013

Reputación online

En el post anterior incidía en lo curioso de que en la monitorización a Javier Leiva, en el filtro de los sentimientos, siempre mostraba sentimientos positivos (no neutrales).
Aunque previamente  había leído la lectura 6, no lo había relacionado; ahora, al volver a leerla me doy cuenta de lo profesional que es Javier Leiva. Al fin y al cabo es un especialista en internet social. Si ayuda a profesionales a sacar el máximo provecho de internet para cumplir con sus objetivos, lógicamente él, en sus tweets, inspira cordialidad y sentimientos positivos, es decir, aunque forme parte de su personalidad, se está "vendiendo", o mejor dicho, está vendiendo "su colaboración".
También se comprende los sentimientos neutrales en el caso de socialmedia, pues se ha de emplear un lenguaje objetivo, neutral, pues lo que se está difundiendo es información y aprendizaje.  No nos atrae la persona, ni lo busca, sino los contenidos que pueden proporcionarnos.
La reputación en las redes la podemos dividir en dos: la profesional y la personal.
Profesionalmente puede ser un medio de publicidad gratuito muy poderoso, la empresa cuida la calidad del servicio y al cliente y se puede decir que tiene asegurada la buena publicidad, porque ¿quién no ha puesto en la web lo bien o mal que le ha ido en unas vacaciones o lo bien o mal atendido que ha sido en un restaurante?. Si te atienden bien, es una forma de agradecimiento y de difusión entre los amigos, físicos y virtuales. Si, en caso contrario, piensas que hay una mala relación calidad-precio, es una forma de desagravio el contarlo en las redes, a la vez que “avisas” a los demás para que no caigan en la misma red. Luego, puede ser un medio para “obligar” a aumentar la calidad de los servicios en las empresas. Se puede decir que beneficia invertir en buenos recursos para aumentar calidad al mismo tiempo que se ahorra en publicidad.
Personalmente, como no soy habitual en las redes, en el tiempo que dura el curso no he visto difamación ni mal comportamiento de nadie. Supongo que debe haberlo, pero no debe ser habitual.
Sí he apreciado que los blogs más visitados, los post más leídos o los tweets más difundidos son, obviamente, los más elaborados,  en los que sus creadores han invertido más sus energías. Es decir, se aprecia, se sigue, al que se percibe como una buena fuente de información, ya sea valorada por el aprendizaje que supone o simplemente por su buen humor.  
En las redes, al igual que en la vida real, se aprecian los elementos positivos:  compartir,  enseñar,  aprender,   comunicar, colaborar y, al igual que en toda relación o comunicación humana, el respeto.
También se ha de diferenciar en calidad de qué estás en un SRS, pues el comportamiento o los contenidos varían según la comunidad o el grupo al que se pertenezca o según sean públicos o restringidos los contenidos. 
No hay que olvidar que la red puede ser un lugar dónde, de forma formal,  se busque información personal para valorar a una persona, piénsese por ejemplo, en un servicio de recursos humanos buscando información sobre los candidatos a un puesto de trabajo.
Se ha de ser cauto en las redes sociales, pues todo comentario o actitud es sobredimensionada y puede quedar permanente.    

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